Artrodesis De Las Vértebras Lumbares

La artrodesis de vértebras lumbares es una técnica quirúrgica que permite unir los huesos presentes en la columna lumbar para estabilizarla con el fin de reducir el dolor o la deformidad.

¿Qué es la artrodesis de vértebras lumbares?

La artrodesis de las vértebras lumbares permite unir los huesos de la columna lumbar con o sin la inserción de implantes metálicos (acero o titanio) o no metálicos (tornillos, ganchos, barras, placas). Para que la unión sea sólida se requiere un injerto óseo , el cual puede ser tomado de la cresta ilíaca, tibia o costilla del paciente o del donante, o ser de origen sintético.

¿Quién puede realizar el tratamiento?

La artrodesis vertebral lumbar está indicada en casos de inestabilidad de columna , degeneración de los discos intervertebrales o fracturas .

¿Cuál es la hospitalización requerida?

El abordaje anterior consiste en realizar una incisión en el lado izquierdo del abdomen o, alternativamente, en el centro. En el abordaje posterior, se realiza una incisión central en la espalda . La operación se realiza bajo anestesia general operando en la espalda del paciente. Es una operación larga que requiere que permanezca en el hospital de 2 a 5 días.

¿Cuáles son los beneficios de la artrodesis de vértebras lumbares?

El abordaje anterior ofrece la ventaja de no afectar los músculos o nervios de la espalda. También parece garantizar mejores resultados . Por otro lado, el abordaje posterior solo tiene éxito en el 70% de los casos. Los mejores resultados se obtienen en presencia de clara inestabilidad por fractura o espodilolistesis.

¿La artrodesis de vértebras lumbares es una operación dolorosa y/o peligrosa?

La experiencia del cirujano y la especialización de los centros donde se realiza la artrodesis de vértebras lumbares es fundamental para asegurar el éxito de la operación. El principal riesgo es que el injerto no cicatrice o se disloque (más frecuente en ausencia de implantes). Además, es posible que se produzcan daños en los vasos sanguíneos dirigidos hacia las piernas, el intestino o el uréter y, en el caso de los hombres, la eyaculación retrógrada (para operaciones en las proximidades de las vértebras L5 y S1). Otros riesgos posibles incluyen hernias, daño al diafragma, riñones, raíces nerviosas o médula espinal, sangrado e infección.

Hacer un seguimiento

La curación tarda al menos tres meses , durante los cuales es posible que se requiera apoyo, como el uso de un aparato ortopédico . Mientras tanto, será necesario controlar la cicatrización con rayos X. También se pueden necesitar tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.
La actividad física debe reanudarse de forma paulatina y solo tres meses después de la operación se puede comenzar a evaluar una intervención de rehabilitación.

Estándares de preparación

El paciente debe acudir al hospital con los resultados de las pruebas que se le hayan realizado, siguiendo las indicaciones del médico en cuanto a alimentación y medicamentos habituales.