Cuando se ingiere, el bicarbonato de sodio puede alcalinizar la orina y otros fluidos corporales. Por ello, es capaz de neutralizar los ácidos, por lo que se utiliza farmacológicamente para tratar la acidez estomacal, la gastritis, las úlceras pépticas y otras patologías o trastornos que requieran la alcalinización de la orina (u otros fluidos corporales). Además, en caso de intoxicación por drogas, el bicarbonato de sodio (de nuevo gracias a la alcalinización de la orina) inhibe la reabsorción renal, favoreciendo su excreción. Finalmente, puede administrarse como prevención de la formación de cálculos renales de ácido úrico.
¿Para qué se usa el bicarbonato de sodio?
El bicarbonato de sodio (fórmula química NaHCO3) es un medicamento que se utiliza en el tratamiento de numerosas patologías como la acidosis láctica, la acidosis metabólica, las arritmias ventriculares, el shock inducido por fármacos y como antiácido en la acidez estomacal. Además, se puede administrar para tratar estados de intoxicación por barbitúricos, salicilatos y alcohol metílico, así como en síndromes hemolíticos, síndromes rabdomiolíticos e hiperuricemia. Finalmente, es capaz de contrarrestar la hiperpotasemia.
¿Cómo se administra el bicarbonato de sodio?
El bicarbonato de sodio se toma por vía oral en forma de tabletas o gránulos disueltos en agua, o mediante inyecciones intravenosas.
Efectos secundarios del bicarbonato de sodio
Los efectos secundarios atribuibles al uso de bicarbonato de sodio son numerosos, aunque su uso es muy amplio, especialmente como remedio para la acidez gástrica. Por este motivo, antes de tomar esta sustancia, es recomendable consultar siempre a un médico, especialmente en el caso de enfermedades en curso o terapias farmacológicas concomitantes.
Entre los efectos secundarios más comunes encontramos:
- trastornos gastrointestinales: calambres estomacales, distensión abdominal, flatulencia;
- trastornos renales: riesgo de formación de cálculos renales;
- trastornos respiratorios: dificultad para respirar;
- trastornos cardiovasculares: aumento de la presión arterial; retención excesiva de agua; edema pulmonar.
Contraindicaciones y advertencias para el uso de bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio no debe ser utilizado por pacientes que padecen insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia renal grave, presión arterial alta y que reciben tratamiento con corticosteroides o medicamentos con corticotropina. Si está embarazada o amamantando, debe consultar a un médico.