El ritmo normal del corazón se origina en el nódulo sinusal, que es un grupo de células especiales ubicadas en la aurícula derecha, una de las dos cámaras superiores del corazón.
El impulso eléctrico luego se propaga a través de vías predefinidas (el sistema de «conducción auriculoventricular» del corazón) que pueden asimilarse a «cables eléctricos» especiales. En la porción central del corazón, entre las cámaras superior e inferior, se encuentra el «cable» principal (que consiste en el nódulo auriculoventricular y el haz de His).
De este «hilo», en la parte inferior, se desprenden otros dos (llamados rama derecha e izquierda respectivamente). Por diferentes razones, el sistema de conducción auriculoventricular puede «bloquearse» ocasionalmente, lo que resulta en una disminución anormal de la frecuencia cardíaca durante un período breve. En etapas más avanzadas de la enfermedad, el sistema de conducción auriculoventricular puede volverse incapaz de transmitir los latidos del corazón; esto podría dar lugar a pausas muy largas entre una contracción del corazón y otra. En esta situación la contracción será generada por otros grupos de células ubicados en una parte del corazón.
El bloqueo de impulsos ocurre cuando se daña la hebra central (el nódulo auriculoventricular o el haz de His). Cuando la enfermedad afecta sólo a una de las ramas (derecha o izquierda), el paciente no presentará enlentecimientos de la frecuencia cardiaca (la transmisión del impulso está asegurada por la otra rama). Estos obviamente aparecerán en caso de daños en ambas ramas.
La frecuencia cardíaca lenta o las pausas prolongadas entre las contracciones del corazón provocan una reducción o interrupción transitoria del flujo sanguíneo a los órganos.
¿Cuáles son las causas del bloqueo auriculoventricular?
El bloqueo auriculoventricular a menudo se debe al envejecimiento y puede estar relacionado con diversas enfermedades cardíacas o cirugía cardíaca.
¿Cuáles son los síntomas del bloqueo auriculoventricular?
Los síntomas principales son:
- cansancio
- fatiga fácil
- dificultad para respirar
- sentirse aturdido o mareado
- desmayo
En algunos sujetos y especialmente en las etapas iniciales, esta enfermedad puede no causar ninguna alteración. Ante la presencia de síntomas o signos sugestivos de una enfermedad del sistema de conducción auriculoventricular, es recomendable que el médico general remita al paciente a un electrofisiólogo (cardiólogo que se ocupa de las arritmias cardíacas). En los casos más graves, en cambio, se requiere un rápido acceso a Urgencias.
El diagnostico
El bloqueo auriculoventricular se diagnostica durante un examen físico basado en el historial médico y el electrocardiograma del paciente. Se pueden indicar más investigaciones para completar el diagnóstico, como:
- ECG dinámico de 24 horas seg. holter
- registrador de eventos
- Ecocardiograma
- Prueba de ejercicio
- Estudio electrofisiológico endocavitario
Los Tratamientos
El tratamiento consiste en la prevención de los síntomas, especialmente los relacionados con pausas prolongadas en la contracción del corazón que pueden conducir al desmayo.
Los medicamentos son ineficaces. Algunos medicamentos utilizados para tratar otras afecciones cardíacas (por ejemplo, bloqueadores de los canales de calcio o betabloqueantes) u otras enfermedades de los órganos pueden agravar la enfermedad y hacer que aparezcan los síntomas. Por tanto, la toma de medicamentos debe ser siempre indicada y supervisada por el médico tratante o cardiólogo de confianza.
El marcapasos como tratamiento del bloqueo auriculoventricular
El tratamiento más eficaz es la implantación de un marcapasos . El marcapasos es un pequeño dispositivo electrónico capaz de monitorizar de forma continua los latidos del corazón y, en caso necesario, compensar una disfunción (disminución excesiva del ritmo cardíaco o pausas prolongadas entre una contracción y otra) mediante la emisión de impulsos eléctricos que a su vez provocan el corazón a contraerse.
Consiste en un generador de impulsos eléctricos (el «cerebro» del sistema), colocado en la parte superior del tórax, al que se conectan una o más sondas (derivaciones) insertadas en el interior del corazón. El marcapasos lo implanta el electrofisiólogo (un cardiólogo que se ocupa de las arritmias cardíacas) durante una breve hospitalización.
El dispositivo se inserta, bajo anestesia local, a través de un pequeño corte realizado en la parte superior del tórax. La sonda se introduce a través de una vena que se encuentra en la misma zona de la incisión y se coloca en el corazón bajo la guía de rayos X. Las complicaciones son raras y se relacionan principalmente con la inserción de las sondas. El alta se produce al día siguiente del implante. El correcto funcionamiento del marcapasos se evaluará mediante controles ambulatorios periódicos. A medida que las baterías se acercan a la descarga (generalmente muchos años después de la implantación), el generador se reemplazará con un modelo equivalente durante una estadía corta.