Carboximaltosa Férrica

La carboximaltosa férrica se usa en el tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro .

 

 

¿Qué es la carboximaltosa férrica?

La carboximaltosa férrica funciona ayudando a satisfacer las necesidades de hierro del cuerpo.

 

 

¿Cómo tomar carboximaltosa férrica?

La carboximaltosa férrica se administra mediante inyecciones .

 

 

Efectos secundarios de la carboximaltosa férrica

La carboximaltosa férrica puede desencadenar reacciones alérgicas graves .

Sus otros posibles efectos adversos incluyen:

  • náuseas
  • Él vomitó
  • dolor leve, líquidos o cambios en el color de la piel en el lugar de la inyección

 

Es importante consultar a un médico de inmediato si tiene:

  • sarpullido
  • urticaria
  • picar
  • dificultades respiratorias
  • dificultad para respirar
  • sibilancias
  • opresión o dolor en el pecho
  • hinchazón de la boca, cara, labios o lengua
  • mareos o sensación de
  • desmayo
  • latidos del corazón rápidos, lentos o irregulares
  • fiebre o escalofríos
  • Sofocos
  • dolor intenso o persistente, enrojecimiento o hinchazón en el lugar de la inyección

 

 

Contraindicaciones y advertencias

La carboximaltosa férrica está contraindicada en casos de anemia no causada por deficiencia de hierro y cuando los niveles de hierro en sangre están elevados.

 

Antes del tratamiento, es importante que informe a su médico :

  • cualquier alergia al principio activo, sus excipientes, cualquier otro fármaco (en particular, productos a base de hierro para ser administrados por infusión en una vena), alimentos u otras sustancias
  • de medicamentos, medicamentos a base de plantas y suplementos tomados, en particular productos a base de hierro para tomar por vía oral
  • si sufre (o ha sufrido) problemas hepáticos, porfiria o talasemia
  • en caso de transfusiones de sangre múltiples
  • si está embarazada o amamantando

 

La carboximaltosa férrica puede afectar la capacidad para conducir o manejar maquinaria peligrosa; este efecto secundario puede empeorar con el alcohol y algunos medicamentos. También puede causar mareos peligrosos al ponerse de pie; por eso es importante tener cuidado al pasar de una posición acostada a una sentada o de esta última a una posición erguida y sentarse o acostarse ante los primeros signos de mareo.