Carcinoma Hepatocelular

¿Qué es el carcinoma hepatocelular?

El carcinoma hepatocelular es el tumor primario de hígado más frecuente y el sexto por incidencia a nivel mundial, al punto de representar la segunda causa de muerte por neoplasia a nivel mundial. El carcinoma hepatocelular es un tumor causado por un desarrollo descontrolado de las células del tejido hepático, a menudo ya afectadas por la cirrosis.

Es un tumor agresivo , a menudo silencioso en las primeras etapas y, por lo tanto, difícil de diagnosticar, y con un pronóstico a menudo incierto.

¿Cuáles son las causas del carcinoma hepatocelular?

Los principales factores de riesgo están representados tanto por el abuso de alcohol como por patologías como la hepatitis B , la hepatitis C y el síndrome metabólico . Por ello, además de limitar el consumo de alcohol, se recomienda a todos los pacientes que hayan desarrollado alguna forma de hepatitis someterse a controles patológicos frecuentes, para vigilar la evolución de la infección, tratarla y diagnosticar precozmente cualquier desarrollo de hepatocarcinoma.

¿Cuáles son los síntomas del carcinoma hepatocelular?

Los síntomas del cáncer de hígado incluyen fatiga, pérdida de peso, falta de apetito, ictericia, dolor abdominal y retención de líquidos . Sin embargo, estos síntomas a menudo se sienten cuando el tumor está en una etapa avanzada: este aspecto puede causar retrasos en los controles y, en consecuencia, en el diagnóstico.

Diagnóstico

Los síntomas a menudo se sienten cuando el cáncer se encuentra en una etapa avanzada, lo que provoca retrasos en los controles y el diagnóstico.

El diagnóstico puede utilizar:

  • Examen médico
    El médico especialista recopila datos e información sobre la historia clínica del paciente (anamnesis) y lo visita para identificar anomalías que requieran pruebas diagnósticas adicionales.
     
  • Ultrasonido abdominal
    Este es un examen de ultrasonido de todo el abdomen. Usando una sonda de ultrasonido, los médicos obtienen imágenes del hígado y los órganos circundantes que pueden ayudar en el diagnóstico. Es un examen seguro, eficaz y rápido.
     
  • TAC
    Es un examen radiológico que utiliza rayos X y permite estudiar en detalle todos los órganos del abdomen, incluido el hígado. En el caso del hepatocarcinoma, también está indicado el estudio del tórax para evaluar la extensión de la enfermedad.
     
  • Resonancia Magnética
    Es un examen radiológico que utiliza campos magnéticos y ondas electromagnéticas de radiofrecuencia. Permite obtener imágenes muy precisas y exactas para estudiar las diferentes enfermedades hepáticas.
  • Biopsia hepática
    Esta es una prueba importante y, por lo tanto, está reservada para pacientes seleccionados. Consiste en una punción del hígado guiada por ultrasonido para obtener una muestra de células para ser analizadas por el anatomopatólogo.

Tratos

Es necesario intervenir con prontitud sobre el hepatocarcinoma , cuando aún se encuentra en su fase inicial. De hecho, si el tumor no es muy extenso y el hígado mantiene sus funciones, la cirugía tiene buenos márgenes de curación. Si, por el contrario, el diagnóstico es tardío y las funciones hepáticas están comprometidas, el pronóstico es malo.

Cuando el hepatocarcinoma se encuentra en un estadio avanzado o las funciones hepáticas ya están comprometidas (por ejemplo, en el caso de una cirrosis muy agresiva), la cirugía no es una opción viable. En estos casos, una de las posibilidades a las que recurrir es el trasplante hepático , pero se trata de una operación compleja, de resultados inciertos y con escasa disponibilidad de donantes. Por este motivo, el trasplante se suele realizar sólo en aquellos pacientes cuya historia clínica asegure una alta posibilidad de evolución benigna.

Existen otras terapias disponibles, como la ablación , con radiofrecuencia o microondas, eficaces en el caso de tumores pequeños. En el caso de tumores más extensos, sin embargo, el especialista podría recurrir a la quimioembolización hepática (TACE), una terapia que se administra directamente en el hígado a través de un acceso vascular.

En el caso del hepatocarcinoma en estadio avanzado, existe indicación de tratamiento médico sistémico , es decir, fármacos administrados por vía intravenosa (inmunoterapia/anticuerpos monoclonales) o por vía oral (inhibidores multicinasa), cuyo objetivo es controlar la evolución de la enfermedad. A diferencia de muchos otros tumores, en el caso del hepatocarcinoma no se recomienda la quimioterapia, tanto por la falta de eficacia como por los efectos secundarios sobre el hígado.