Cloroquina

La cloroquina se utiliza principalmente en el tratamiento de los ataques agudos de paludismo y otras parasitosis, en particular la amebiasis extraintestinal.

¿Cómo funciona la cloroquina?

La cloroquina mata a los parásitos de la malaria al interferir con su metabolismo.

¿Cómo se toma la cloroquina?

La cloroquina se puede administrar por inyección o por vía oral, en forma de tabletas.

Efectos secundarios de la cloroquina

Los posibles efectos adversos de la cloroquina incluyen:

  • pérdida de apetito
  • dificultades de coordinación
  • mareo
  • mareo
  • dolores de cabeza leves
  • náuseas
  • calambres en el estómago
  • Él vomitó

Es importante consultar a un médico de inmediato si tiene:

  • sarpullido , urticaria o picazón
  • dificultades respiratorias
  • opresión en el pecho
  • hinchazón de la boca, cara, labios o lengua
  • comportamiento extraño
  • cambios en el color de la piel o de la mucosa oral
  • Diarrea
  • problemas de la vista
  • fiebre o dolor de garganta
  • perdida de cabello
  • pérdida de la audición
  • cambios de humor
  • tinnitus
  • convulsiones
  • sensibilidad a la luz
  • sangrado o moretones
  • debilidad
  • pérdida de peso

Advertencias

No debe tomar cloroquina si tiene problemas de visión o retina y ya está tomando arsénico, astemizol, terfenadina, cimetidina, cisaprida, quinacrina o dofetilida.
Además, antes de iniciar el tratamiento es importante informar al médico:

  • de cualquier alergia al principio activo, a sus excipientes o a cualquier otro fármaco o alimento
  • de otros medicamentos, hierbas medicinales y suplementos que esté tomando, especialmente cimetidina, quinacrina, ampicilina, vacuna antirrábica, hormonas tiroideas, arsénico, astemizol, cisaprida, dofetilida, terfenadina y ciclosporina
  • si sufre (o ha sufrido) porfiria u otros trastornos de la sangre, deficiencia de G6PD, convulsiones, psoriasis, problemas gastrointestinales, enfermedad del hígado o trastornos del sistema nervioso central
  • si está embarazada o amamantando

El medicamento puede aumentar la sensibilidad al sol, por lo que la piel debe protegerse adecuadamente de sus rayos. También puede interferir con su capacidad para conducir u operar maquinaria peligrosa, lo que puede empeorar con el alcohol u otras drogas.