La doxilamina se usa para tratar el insomnio ocasional y para reducir la dificultad para conciliar el sueño .
¿Qué es la doxilamina?
La doxilamina es un antihistamínico. Actúa reduciendo la actividad del sistema nervioso central de tal manera que induce somnolencia .
¿Cómo tomar doxilamina?
La doxilamina se administra por vía oral , en forma de comprimidos que deben tomarse al menos 30 minutos antes de acostarse.
Efectos secundarios de la doxilamina
La doxilamina puede aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor si se sobrecalienta.
Sus otros posibles efectos adversos incluyen:
- mareo
- somnolencia
- sequedad de boca , garganta y nariz
- espesamiento de la mucosidad en la nariz y la garganta
Es importante consultar a un médico de inmediato si tiene:
- sarpullido
- urticaria
- dificultades respiratorias
- opresión en el pecho
- hinchazón de la boca, cara, labios o lengua
- convulsiones
- reducción en la preparación
- excitabilidad
- alucinaciones
- sensación de latidos en el pecho
- temblores
- sibilancias
Advertencias
La doxilamina está contraindicada durante la lactancia, en caso de tomar oxibato de sodio y en caso de tratamiento con furazolidona o un inhibidor de la MAO en las 2 semanas previas.
El fármaco puede afectar la capacidad para conducir o manejar maquinaria peligrosa . Este efecto secundario puede empeorar con el alcohol o con otros medicamentos. Además, el alcohol, el calor, la actividad física y la fiebre pueden aumentar los mareos inducidos por fármacos; por eso es bueno tener cuidado al levantarse de una posición acostada o sentada, especialmente por la mañana.
Antes de tomarlo, es importante que informe a su médico:
• de cualquier alergia al principio activo , a sus excipientes, a cualquier otro fármaco, alimento u otras sustancias
• de cualquier medicamento, medicina a base de plantas y suplementos que tome, en particular, oxibato de sodio, furazolidona y MAO inhibidores
• si sufre (o ha sufrido) asma, EPOC, bronquitis crónica, enfisema, enfermedad pulmonar, dificultad para respirar, apnea del sueño, bloqueos gastrointestinales u obstrucciones del tracto urinario, dificultad para orinar, diabetes, úlceras, hipertrofia prostática, glaucoma, presión arterial alta, porfiria o enfermedad de la tiroides
• si está embarazada o amamantando
Si el insomnio persiste después de 2 semanas de tratamiento, consulte a su médico.