Enfermedad Arterial Periférica (Eap)

¿Qué es la enfermedad arterial periférica?

La enfermedad arterial periférica (EAP) es un problema circulatorio que consiste en la obstrucción de las arterias periféricas (ilíaca, femoral, subgenicular, etc.) provocada por la presencia de estrechamientos (estenosis) de diversa naturaleza que reducen la cavidad (lumen) del arterias mismas.

Las obstrucciones provocan una reducción del flujo sanguíneo en una zona determinada del cuerpo (normalmente los músculos de los miembros inferiores) con los consiguientes síntomas (por ejemplo, dolor muscular o claudicación intermitente al caminar).

¿Cuáles son las causas de la enfermedad arterial periférica?

La enfermedad arterial periférica es causada predominantemente por aterosclerosis. Sin embargo, también es posible que la obstrucción de las arterias periféricas se deba a procesos inflamatorios que afectan las paredes de las mismas (arteritis), traumatismos, exposición a radiaciones, variantes anatómicas de ligamentos y músculos.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad arterial periférica?

Los principales factores de riesgo son:

  • Fumar
  • Diabetes mellitus
  • Obesidad (índice de masa corporal >30)
  • Hipertensión arterial (>140/90 mmHg)
  • Hipercolesterolemia (colesterol total >240 mg/dl)
  • Años
  • Familiaridad con la enfermedad arterial obliterante de los miembros inferiores.
  • hiperhomocisteinemia

El diagnostico

La visita cardiológica permite sospechar la presencia de enfermedad arterial periférica cuando:

  • visualmente se observan zonas de piel de diferente color, de rojo a azulado, con respecto a las zonas circundantes;
  • la palpación muestra la reducción o ausencia de un pulso (es decir, pulsación del femoral, poplíteo, pedis, etc.)
  • a la auscultación se encuentra un soplo (ruido) vascular, signo de flujo sanguíneo turbulento debido al estrechamiento arterial.

Ultrasonido doppler color arterial

Es una exploración no invasiva que, a través de la ecografía, define la estructura de la arteria y, gracias al Doppler color, permite detectar aceleraciones del flujo sanguíneo que, por encima de un determinado límite, son indicativas de un estrechamiento arterial patológico.

Angio MRI (angiorresonancia magnética)

Es una investigación radiográfica no invasiva que permite, gracias a la explotación de campos magnéticos, definir la anatomía de un distrito arterial y cualquier estrechamiento.

Angio CT (angio tomografía computarizada)

Es una investigación radiográfica no invasiva que permite, gracias a la inyección de medio de contraste, definir la anatomía de un distrito arterial con eventuales estrechamientos.

Arteriografía

Es un examen invasivo realizado bajo anestesia local. La arteriografía consiste en el acceso arterial a través de la punción directa de la arteria en la femoral, radial, humeral, etc., seguido del avance de un catéter hasta las inmediaciones del sitio a visualizar en correspondencia con el cual se inyecta el medio de contraste que dibuja el anatomía arterial y cualquier estrechamiento que se mostrará en el monitor frente al operador.

El tratamiento

Teniendo en cuenta las características del estrechamiento (ubicación, longitud, gravedad), el operador puede optar por realizar una angioplastia percutánea periférica (ATP) o una cirugía clásica

Los objetivos terapéuticos de la enfermedad arterial periférica son esencialmente dos:

  • reducir los síntomas y permitir que la actividad física sea lo más aceptable posible;
  • impedir la evolución del proceso patológico (aterosclerótico, inflamatorio, etc.) en otros distritos (carotídeo, renal, subclavio, etc.) con respecto al afectado.

Estos objetivos se pueden lograr principalmente con cambios en el estilo de vida como:

Deja de fumar

Los productos obtenidos de la combustión del tabaco pueden dañar las arterias y favorecer el desarrollo de placas ateroscleróticas en arterias periféricas y no periféricas. Dejar de fumar es fundamental para reducir la progresión de la enfermedad arterial periférica (EAP). Si no puede parar, le recomendamos que pida apoyo farmacológico a su médico.

Ejercicio físico

La actividad física (por ejemplo, caminar) es de fundamental importancia en presencia de enfermedad arterial periférica (EAP), ya que permite el desarrollo de circulación colateral que «puentea» los segmentos arteriales obstruidos y también entrena al músculo para usar el oxígeno de manera más eficiente. . Existen programas de ejercicios específicos para pacientes con EAP que, sin embargo, deben consultarse con su médico.

Dieta

Reducir la ingesta de alimentos de grasas saturadas, sal y azúcares. Estas medidas ayudan a reducir la concentración de colesterol y azúcar en la sangre ya reducir la presión arterial, todos ellos factores de riesgo muy importantes en el desarrollo de placas ateroscleróticas.

Si el cambio de estilo de vida no es suficiente para controlar el posible desarrollo de estrechamiento arterial periférico, siempre es posible recurrir a terapias farmacológicas. Existen numerosas ayudas farmacológicas que pueden estar indicadas en pacientes con enfermedad arterial periférica. Los principales son: fármacos que reducen la coagulación de la sangre (antiagregantes plaquetarios como aspirina, ticlopidina, clopidogrel, cilostazol), que reducen la presión arterial (antagonistas de los canales de calcio, inhibidores de la ECA y sartánicos) y que reducen los niveles de colesterol y triglicéridos (estatinas, Omega3, ezetiniba, fibratos).

También hay una serie de procedimientos intervencionistas :

Angioplastia percutánea periférica (PTA)

Es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza bajo anestesia local. Un cardiólogo intervencionista (o cirujano vascular o radiólogo intervencionista) hace esto insertando un tubo largo y delgado (catéter) en una arteria, generalmente en la muñeca (arteria radial), la ingle (arteria femoral) o el brazo (arteria humeral), que se avanza cerca de la arteria estrechada.

En este punto, se inyecta medio de contraste para verificar la ubicación y extensión del estrechamiento (arteriografía). Posteriormente, si la arteria es susceptible de tratamiento percutáneo, se avanza una guía a través del catéter y luego hacia la arteria cerrada o estrechada más allá de la obstrucción. De esta forma es posible deslizar un globo especial sobre el alambre guía que, una vez colocado, se infla durante un breve tiempo para reabrir la arteria ocluida. Luego se puede implantar un stent de malla de alambre para mantener abierto el sitio crítico a largo plazo.

En algunos casos, la obstrucción arterial es tan grave en términos de estrechamiento y longitud o ubicación que la ATC no se asociaría con una buena relación riesgo/beneficio. En estos casos la EAP será encaminada a tratamiento quirúrgico a través de:

Tromboendarterectomía (TEA)

Es una operación que requiere incisión quirúrgica y anestesia profunda. Consiste en la «limpieza» por parte del cirujano vascular del segmento arterial donde se encuentran las placas ateroscleróticas, que de esta forma serán eliminadas.

Derivación

Es una operación que requiere incisión quirúrgica y anestesia profunda. Consiste en el uso de dacrón o conductos venosos que permiten al cirujano vascular crear un puente de conexión entre los segmentos de arteria sanos aguas arriba y aguas abajo de la ocluida o severamente estrechada y así «puenteada».