La laminoplastia es una técnica quirúrgica utilizada para el cuidado y tratamiento de la hernia cervical y la disartrosis cervical (o discoartrosis ) . Estas alteraciones de la configuración normal de la columna vertebral debidas a la edad, el trabajo, la predisposición individual, los traumatismos, pueden de hecho provocar cuadros patológicos complejos que afecten a la zona cervical. De hecho, el material que sale del disco intervertebral interfiere con las estructuras nerviosas situadas en la zona cervical. La compresión de las raíces nerviosas y la compresión más grave de la médula espinal causan dolor y otras dolencias que también afectan gravemente la calidad de vida.
La laminoplastia se presenta como una técnica quirúrgica alternativa a la discectomía y la somatectomía cuando los dos abordajes están contraindicados y cuando la estenosis del canal afecta a tres o más niveles.
¿Qué es la laminoplastia con laminado artificial?
La laminoplastia se utiliza para descomprimir las estructuras nerviosas y remediar la estenosis espinal , es decir, el estrechamiento del espacio natural en el que se encuentra la médula espinal. Estos son factores que pueden causar dolor y otros trastornos neurológicos.
La fuga del material pulposo en el interior del disco debido a su rotura o deformación es un hecho común. Este material comprime (en forma de disco abultado) las raíces nerviosas que van al brazo o estrecha el paso de la médula espinal. El mismo cuadro patológico surge con la formación de osteofitos, pequeños «espolones» óseos que interfieren con las estructuras nerviosas o en presencia de engrosamiento (o hipertrofia) del ligamento amarillo. El ligamento, al aumentar de volumen, ocupa -estrechándose- el espacio de la médula espinal (estenosis espinal).
La elección del tipo de cirugía es muy importante. Para ello, se evalúan varios elementos: la naturaleza de la patología, su sitio y extensión, la posible presencia de inestabilidad de la columna, la presencia de deformidades de la columna, la edad del paciente, la gravedad del cuadro clínico y otros factores.
La cirugía es siempre el siguiente paso después de los llamados tratamientos conservadores. Se hace necesario cuando los fármacos y los tratamientos de rehabilitación y osteopáticos no son capaces de aliviar los síntomas dolorosos, se vuelven ineficaces o cuando el paciente se queja de problemas y déficits neurológicos relacionados, como debilidad muscular, trastornos del movimiento, hormigueo, entumecimiento y descargas eléctricas en el brazo (parestesia), dificultad para moverse, paresia, dolor de cabeza.
¿Quién puede someterse al tratamiento?
El tratamiento no excluye categorías particulares de pacientes. La edad y el grado de degeneración son algunos de los factores que se evalúan caso por caso, además de la presencia de otras patologías concomitantes.
¿Cuál es la hospitalización requerida?
La laminoplastia debe realizarse en centros altamente especializados y por neurocirujanos expertos con un buen número de operaciones a sus espaldas. Previo a la cirugía, el paciente es atendido por el equipo quirúrgico apoyado por el equipo de anestesiología.
Después de someterse a todas las pruebas preoperatorias, el paciente es llevado al quirófano y colocado boca abajo (posición prona) en la camilla quirúrgica equipada con un cabecero especial. La operación se realiza bajo anestesia general y durante toda su duración los anestesiólogos monitorean el procedimiento quirúrgico.
Se hace una incisión vertical en la parte posterior del cuello que le permite al cirujano acceder a la columna cervical y trabajar en las placas vertebrales que están separadas para ensanchar el espacio del canal espinal. Finalmente, se aplican placas de titanio con formas especiales para garantizar la protección de la médula.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la intervención?
Este tipo de cirugía se utiliza cuando todos los demás tratamientos conservadores (medicamentos, osteopatía, ecografía) no han tenido éxito. Es una técnica operativa que permite intervenir cuando el área de conflicto es muy extensa y por lo tanto particularmente compleja.
Es un procedimiento más invasivo que las alternativas y requiere un acceso posterior.
Por otro lado, la intervención, como todo tratamiento quirúrgico, conlleva riesgos. Estos son problemas raros, como sangrado , formación de hematomas con dificultad para respirar , incluso más raramente infecciones. Otro problema se refiere a la movilización de los medios de síntesis ya una fusión ósea inadecuada. Muchas de estas ocurrencias se limitan con una planificación cuidadosa de la intervención y el uso de materiales y técnicas mínimamente invasivos. En comparación con la microdiscectomía, la recuperación del paciente es más lenta.
¿La laminoplastia con láminas artificiales es un procedimiento doloroso y/o peligroso?
La operación se realiza bajo anestesia general. Se considera una intervención segura tanto por las condiciones de ejecución como por la fiabilidad de los materiales empleados. Sin embargo, teniendo en cuenta el sitio en el que se opera y dependiendo del tipo de degeneración a tratar, la fase posterior se caracteriza por un dolor postoperatorio incluso intenso y requiere rehabilitación. Controlar este y otros síntomas es parte de una planificación óptima para cada etapa.
La cirugía no está exenta de riesgos, incluidos los relacionados con la anestesia general (reacciones a medicamentos, problemas respiratorios).
Hacer un seguimiento
Después de la cirugía de la columna lumbar, se vuelve a llamar al paciente para controlar la estabilización ósea y la fusión de los componentes. Es un programa de visitas y pruebas diagnósticas que el paciente debe seguir escrupulosamente.
El principal apoyo para asegurar el éxito de la intervención es el tratamiento rehabilitador. Es un camino que se hace a la medida de cada paciente según el procedimiento quirúrgico realizado, la edad, los requerimientos funcionales, las deficiencias y discapacidades preoperatorias y las prioridades del paciente.
La terapia de rehabilitación tiene cuatro objetivos principales:
- acelerar los tiempos de resolución de los síntomas y en particular del dolor;
- promover la más rápida recuperación funcional y la reinserción laboral;
- evitar o limitar la cronicidad de los síntomas;
- prevenir complicaciones y recaídas.
Estándares de preparación
Para prepararse para la operación, es necesario observar un ayuno de al menos seis horas y, si toma medicamentos, todas las demás indicaciones proporcionadas por el personal médico.