Nefrólogo

La nefrología es la rama de la medicina que se ocupa de la salud renal .

 

¿Qué hace el nefrólogo?

Un nefrólogo es un médico que se especializa en el cuidado de los riñones y en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que pueden afectarlos.
Tras el diagnóstico de una enfermedad renal, el nefrólogo prescribe analíticas para evaluar su gravedad e identificar el plan de tratamiento más adecuado. A menudo deriva al paciente a un dietista u otras figuras profesionales que pueden ayudarlo a manejar mejor la enfermedad que padece. En caso de necesidad de diálisis o trasplante renal, también indica los centros especializados con los que se puede contactar.

 

¿Qué enfermedades son tratadas con mayor frecuencia por un nefrólogo?

El nefrólogo se ocupa de los trastornos glomerulares/vasculares (que afectan las unidades funcionales de los riñones o vasos asociados) y tubulares/intersticiales (que afectan los túbulos renales y los tejidos circundantes), así como los trastornos del metabolismo mineral .

Las patologías tratadas por un nefrólogo incluyen:

  • cálculos renales
  • insuficiencia renal aguda y cronica
  • hipertensión
  • enfermedad renal cronica
  • riñón poliquístico

 

¿Cuáles son los procedimientos más utilizados por el nefrólogo?

El nefrólogo se encarga en primer lugar de realizar una anamnesis certera , indagando sobre los antecedentes médicos y familiares del paciente. En una segunda fase se procede a un examen físico completo. Las pruebas adicionales que puede ordenar incluyen:

  • análisis de sangre
  • análisis de orina
  • biopsias
  • ultrasonido renal
  • rayos X

Sin embargo, los procedimientos más puramente quirúrgicos son prerrogativa de otro especialista, el urólogo.

 

¿Cuándo visitar a un nefrólogo?

En términos generales, una visita nefrológica suele ser remitida por un médico general, preocupado por problemas renales, de hipertensión o metabólicos. En general, contactar con este especialista es útil cuando se trata de:

  • cálculos renales recurrentes
  • infecciones crónicas o repetidas del tracto urinario
  • fallo renal agudo
  • Hipertensión no controlada con medicamentos.
  • enfermedad renal crónica en etapa 4 o 5 de desarrollo
  • presencia de proteína en la orina
  • presencia de sangre en la orina
  • disminución de la función renal
  • tasa de filtración glomerular (TFG) igual o inferior a 30.