Oclusión De La Vena De La Retina

La oclusión de venas retinianas se  encuentra con mayor frecuencia en pacientes mayores de 60 años, que presentan factores predisponentes como: hipertensión arterial, diabetes mellitus, trastornos cardiovasculares, tabaquismo, alteraciones de la coagulación, enfermedad pulmonar obstructiva y, a nivel ocular: glaucoma, hipermetropía, algunas vasculitis retinianas y raras anomalías congénitas de la vena central de la retina.

La obstrucción del flujo sanguíneo venoso, provocada por la coagulación intravascular, conlleva una serie de consecuencias para los tejidos retinianos involucrados, que sufren la obstrucción del flujo sanguíneo arterial y consecuentemente el déficit de oxígeno, y la acumulación de desechos metabólicos.

La oclusión de la vena retiniana puede afectar a la vena central de la retina de forma global (oclusión de la vena central de la retina) o solo a una rama de la misma (oclusión de la vena retiniana de rama ramificada).

Oclusión de la vena central (Ovcr)

Es la oclusión de la vena retiniana en su porción terminal, a nivel del nervio óptico.

Se distinguen dos formas:

  • no isquémica (75% de los casos): caracterizada por hemorragias difusas en el tejido retiniano a menudo acompañadas de edema macular, responsable de una pérdida de visión de moderada a marcada. La disminución visual es percibida por el paciente por su aparición brusca o rápida, en pocas horas/días;
  • isquémico (más raro): con hemorragias maculares generalizadas y específicamente localizadas y áreas extensas de isquemia por falta de perfusión capilar. La pérdida de visión suele ser muy grave y, si no se trata, el 50 % de los pacientes desarrollará glaucoma neovascular en unos pocos meses, caracterizado por un marcado aumento de la presión intraocular difícil de controlar con fármacos, con el consiguiente dolor ocular y riesgo de pérdida de visión. globo ocular

Oclusión venosa branca (OVBR)

Es  la oclusión de una rama de la vena central de la retina.

La oclusión venosa se produce de forma repentina, o en todo caso rápidamente (en unas pocas horas/días), con visión borrosa más o menos marcada y, en ocasiones, pérdida de parte del campo visual.

La retina presenta hemorragias y edema en la zona irrigada por el vaso afectado.

Entre las complicaciones capaces de determinar la discapacidad visual:

  • Edema de la parte central de la retina (edema macular)
  • Ausencia de suministro de sangre a la parte central de la retina (isquemia macular)
  • Hemorragias intraoculares por proliferación de vasos sanguíneos anormales formados como resultado de la falta de suministro de sangre a la región retiniana afectada.

El diagnostico

El diagnóstico de la oclusión de la vena retiniana se realiza durante un examen ocular completo , que incluye examen de la agudeza visual (vista), examen del fondo de ojo (examen fundamental), medición del tono ocular y evaluación cuidadosa de la oclusión de la vena retiniana, el iris y el ángulo iridocorneal mediante gonioscopia, en busca de una posible proliferación neovascular.

Las pruebas instrumentales que confirman el diagnóstico, orientan al tratamiento más adecuado y permiten estudiar la evolución de la enfermedad son: la fluorangiografía retiniana (para evaluar la presencia de isquemia retiniana) y la OCT (permite identificar la presencia de edema macular).

Los Tratamientos

Tratamiento con láser de argón para la oclusión vascular retiniana

El láser es un dispositivo capaz de emitir un fino rayo de luz que coagula el tejido retiniano afectado mediante un efecto térmico.

En la oclusión de venas retinianas, el tratamiento con láser está dirigido a:

  • reducir el edema macular (rejilla macular)
  • prevenir la formación de nuevos vasos secundarios a la isquemia retiniana (fotocoagulación pan-retiniana)

rejilla macular

La aplicación de puntos láser de baja energía en el centro de la retina estimula la reabsorción del edema macular. Este tratamiento permite mejoras visuales leves o mínimas y solo en ojos sin problemas de visión graves. Se utiliza en particular en formas de oclusión venosa central. Por ello, ahora se dispone de tratamientos innovadores, basados ​​en la inyección intravítrea de sustancias anti-VEGF o dexametasona, para realizar como alternativa o en combinación con la rejilla macular láser.

Fotocoagulación pan-retiniana

Permite la destrucción por cicatrización de las áreas isquémicas periféricas a partir de las cuales se forman nuevos vasos anormales y, por tanto, previene complicaciones graves como el sangrado intraocular y el glaucoma neovascular.

Sin embargo, ningún tratamiento con láser está indicado en las formas de isquemia macular.

Prevención

Los factores de riesgo que predisponen a la oclusión vascular retiniana son muchos y, en general, son los mismos que se encuentran en las alteraciones vasculares que afectan a otras partes del cuerpo como en el caso del ictus o de la enfermedad coronaria.

La prevención primaria hace uso de la identificación y el tratamiento adecuado de los factores de riesgo vascular, la mayoría de las veces de origen sistémico.

La prevención secundaria se basa en la identificación y clasificación precoz del trastorno vascular ocular, con el fin de limitar, con el tratamiento local y sistémico adecuado, su progresión hacia formas más avanzadas.

Es fundamental que el abordaje preventivo y la vía clínica terapéutica sea multidisciplinar, involucrando, junto al oftalmólogo, a los especialistas más adecuados para el caso concreto (cardiólogo, internista, hematólogo, reumatólogo ).