Estrategia terapéutica dirigida a la oclusión de la aurícula izquierda, sitio más frecuente de aparición de trombos. Estos son los responsables del ictus isquémico en pacientes con fibrilación auricular.
¿Qué es la oclusión auricular izquierda percutánea?
Una de las complicaciones más temidas de la fibrilación auricular , especialmente en ausencia de una anticoagulación adecuada, es el ictus isquémico. En estos casos la causa debe buscarse en eventos tromboembólicos secundarios a estasis sanguínea en el interior de la cavidad auricular izquierda que favorece la agregación plaquetaria y la formación de trombos que pueden desprenderse de las paredes y penetrar en la circulación arterial. En el interior de la aurícula izquierda existe un receso anatómico, denominado aurícula, en cuyo interior se favorece particularmente la estasis sanguínea y que por tanto representa un lugar frecuente de origen de trombos. La prevención del ictus isquémico es una de las principales razones por las que se recomienda la anticoagulación dentro de las guías de manejo de la fibrilación auricular. Este último, en la mayoría de los pacientes, se obtiene mediante la administración de anticoagulantes orales (por ejemplo, warfarina, acenocumarol).
Sin embargo, el manejo de esta terapia puede presentar algunas dificultades, ya que el efecto de los medicamentos es solo parcialmente predecible y, por lo tanto, debe monitorearse constantemente mediante análisis de sangre frecuentes y periódicos e individualizando la dosis para cada paciente individual hasta encontrar la dosis correcta. para obtener un régimen de anticoagulación adecuado. Además, varios otros fármacos y alimentos pueden interactuar en varios niveles del metabolismo de los anticoagulantes orales, provocando fluctuaciones en los niveles sanguíneos y, en consecuencia, variaciones en la eficacia (exceso de anticoagulación o, viceversa, anticoagulación insuficiente).
Por último, pero no menos importante, en pacientes muy ancianos, el manejo de la terapia anticoagulante puede ser particularmente complejo, también a la luz del riesgo de sangrado, que a menudo es mucho mayor que el sangrado isquémico.
Es a la luz de estas limitaciones de la terapia con anticoagulantes orales que se han hecho muchos esfuerzos para buscar diferentes estrategias terapéuticas. Uno de ellos, muy prometedor, se refiere a la oclusión transcatéter de la aurícula izquierda, el sitio más frecuente de aparición de trombos.
¿Cómo funciona la oclusión percutánea de la aurícula izquierda?
Este procedimiento se realiza introduciendo oclusores mecánicos por vía venosa , haciéndolos pasar a través del tabique interauricular (mediante punción transeptal) y así llegar a ocluir la aurícula izquierda. Los pacientes derivados para este tipo de procedimiento son evaluados por ecocardiografía para realizar mediciones precisas del tamaño del átula (con el fin de orientar la elección del mejor dispositivo a utilizar para la oclusión) y son pretratados (desde 48 horas antes del procedimiento) con antiagregantes plaquetarios . fármacos (ácido acetilsalicílico y clopidogrel) y antibióticos .