El cansancio y la pesadez en las piernas es un síntoma que suele presentarse durante el embarazo, después de beber alcohol o en días calurosos y húmedos. Si la sensación de pesadez en las piernas no se debe a una actividad física reciente, podría deberse a una condición médica. Por ejemplo, el problema puede ser que la circulación sanguínea periférica no funcione correctamente.
¿Cuáles son los remedios para las piernas cansadas y pesadas?
Tratamientos para este síntomadepender de la causa subyacente. Si el dolor es causado por una excesiva actividad deportiva, la solución es aplicar compresas frías en las piernas y descansar. En caso de insuficiencia venosa, es necesario promover la circulación sanguínea, manteniendo las piernas en movimiento, levantándolas durante el descanso y bebiendo mucha agua: también será valioso comer verduras y frutas y tomar suplementos a base de potasio. También es importante evitar que las piernas estén sometidas a un calor excesivo. Otros remedios sencillos pueden ser los masajes para facilitar la circulación, o, por indicación médica, el uso de medias elásticas de compresión graduada para disminuir la obstrucción de los capilares. Practicar deporte de forma regular y correcta también es de gran ayuda para mantener una actividad cardiovascular saludable.
¿Qué enfermedades se pueden asociar a piernas cansadas y pesadas?
Las principales enfermedades asociadas al problema de piernas cansadas y pesadas son:
- Hernia discal
- Insuficiencia renal
- Miastenia gravis
- pie diabético
- Policitemia vera
- preeclampsia
- Tromboflebitis
- La trombosis venosa profunda
- Venas varicosas
Cabe señalar que esta lista no es exhaustiva.
¿Piernas cansadas y pesadas cuando contactar a su médico?
Si el dolor es posterior a un hematoma, es recomendable acudir a Urgencias. Si sufres de dolor de pies, hinchazón de ambas piernas y varices, será recomendable consultar a un especialista como angiólogo, cirujano vascular o flebólogo; en los casos en que la pesadez de piernas se asocie a fiebre, enrojecimiento y no desaparezca durante más de tres días y si el dolor empeora lo suficiente como para dificultar cualquier movimiento, será necesario someterse a tratamiento médico.