Prostatectomía Radical

Prostatectomía radical

Para prostatectomía radicalse refiere a la extirpación quirúrgica (retropúbica, perineal, transcoccígea, laparoscópica o asistida por robot) de la próstata, las vesículas seminales y la posterior anastomosis entre la uretra y la vejiga. Además, la operación implica (si no se realiza por vía perineal) la extirpación de los ganglios linfáticos loco-regionales (ilíaco-obturador) que parecen ser los primeros filtros de la enfermedad. Como regla general, un individuo con enfermedad clínicamente localizada con una expectativa de vida mínima de 10 años y buen estado general debe ser intervenido quirúrgicamente. Como se indica en las directrices de la AURO (Asociación Italiana de Urólogos), un «criterio de edad estricto probablemente ya no sea aceptable también a la luz de la extensión del promedio de vida». Además de las líneas estándar,

La extirpación de la próstata se puede realizar a través de varios accesos y métodos. Las técnicas más utilizadas se refieren a la cirugía con acceso retropúbico o perineal y la cirugía laparoscópica con o sin la ayuda del robot. El objetivo es extirpar la próstata con todo el tumor y, si es necesario, también los ganglios linfáticos regionales. La indicación de extirpar la glándula, sin embargo, solo se aplica a pacientes que, en el momento del diagnóstico, no están seguros de metástasis a distancia. En el caso de ciertas metástasis a distancia, el tratamiento médico de la enfermedad es más adecuado, evitando los efectos secundarios de la cirugía.

La operación dura una media de 90-120 minutos , dependiendo del tamaño de la próstata y de las características de la enfermedad y del paciente.

Curso postoperatorio

Una vez finalizada la operación, el paciente permanecerá en el hospital un periodo mínimo de 3 días . El alta se realizará, si las condiciones clínicas lo permiten, con la sonda vesical que se retirará, previa cistografía (examen radiográfico mediante el cual se puede comprobar la correcta cicatrización entre el muñón uretral y la vejiga), tras otros 3- 7 días. Las suturas metálicas de la herida abdominal se retirarán a los 7-8 días de la operación, mientras que los drenajes se retirarán a las 24-72 horas.

Efectos secundarios

Como toda cirugía mayor o procedimiento médico en general, la prostatectomía radical en sus diversas técnicas puede implicar riesgos y posiblemente complicaciones permanentes.

La tasa de mortalidad perioperatoria es de aproximadamente 1-4%, mientras que la mortalidad operatoria es inferior al 0,5% (4).

En resumen, las complicaciones se pueden dividir según el período de aparición y desarrollo de la siguiente manera:

– intraoperatorio

– temprano (hasta 30 días después de la cirugía)

– a distancia (a los 30 días de la intervención).

Complicaciones intraoperatorias

  • sangrado con riesgo de transfusión 4%
  • lesiones rectales, riesgo 0,1-0,2%
  • lesión del nervio obturador, riesgo 0,1%
  • riesgo de lesión uretral, 0,1-4%

Complicaciones tempranas

  • tromboembolismo 0,7-2,6%
  • cardiovascular 0,4-1,4%
  • infecciones de heridas 0.9-1.3%
  • linforrea y linfocele 0,6-2%
  • estenosis de la anastomosis uretrovesical 0,6-32% de los casos.

(fuente: directrices AURO)

Complicaciones a distancia

  • Incontinencia fecal : muy rara y solo en caso de prostatectomía perineal.
  • Incontinencia urinaria : es común un período de incontinencia urinaria después de retirar el catéter vesical. Este fenómeno se resuelve solo en el 95-96% de los pacientes (directrices AURO). El tiempo necesario para la resolución del problema varía desde unos días a unos meses y actualmente no es predecible con ninguna de las técnicas quirúrgicas descritas. En los casos en que la incontinencia sea persistente, será necesario intervenir por otras vías. Las posibilidades a disposición del paciente se refieren a terapias médicas, rehabilitadoras o quirúrgicas y pueden indicarse de forma individual o progresiva en función del grado de incontinencia, la edad del paciente y el tipo de enfermedad de base. En resumen, están disponibles los siguientes:

– fisiocinesiterapia de rehabilitación perineal;

-sustancias introducidas a través de la uretra son capaces de amplificar la actividad del esfínter y resolver la incontinencia;

– cabestrillos, es decir, cabestrillos de material biocompatible que, colocados a través de la uretra, reducen el grado de incontinencia;

– esfínter artificial, es decir, un mecanismo biomédico combinado que actúa como un nuevo esfínter y puede ser controlado por el paciente.

  • Disfunción eréctil : la capacidad eréctil del paciente antes de la cirugía, la edad del paciente y la posibilidad de realizar una cirugía radical con preservación nerviosa (es decir, con preservación nerviosa durante la prostatectomía) son muy importantes. Cuanto mayor es el paciente, peor es la enfermedad y más rara es la capacidad de reanudar las erecciones espontáneas. Existe una variación considerable con respecto a la recuperación de la función eréctil. Según datos de la literatura, el riesgo oscila entre el 9 y el 86%. Sin embargo, en la fase postoperatoria se dispone de fármacos (orales o intracavernosos) capaces de restaurar parcialmente las erecciones o reducir los tiempos de recuperación. Si el paciente está motivado y la terapia médica ha fallado, existe la posibilidad de implantar una prótesis de pene permanente.

 

Descargo de responsabilidad

La información dada debe entenderse como indicaciones genéricas y en ningún caso reemplaza la opinión del especialista.