Las pústulas son pequeñas acumulaciones de pus en la capa superior de la epidermis o dermis. Por lo general, se forman en los folículos pilosos o en las glándulas sudoríparas . Se pueden localizar tanto en la cara como en la espalda , en el esternón, en los hombros o en las ingles, axilas y otras zonas donde la sudoración es especialmente abundante. A menudo asociadas con el acné, las pústulas pueden ser un signo de infección.
de la piel El pus se produce por la descomposición de las células inflamatorias durante la batalla del cuerpo contra una infección. La obstrucción de los poros conduce a la acumulación de sebo y bacterias que finalmente da como resultado la formación de la pústula.
Las pústulas pueden doler solas o ser dolorosas al tacto. Dependiendo de su causa, pueden estar asociados con síntomas como fiebre, escalofríos, fatiga, dolores corporales, hinchazón, enrojecimiento y dolores de cabeza.
¿Qué enfermedades pueden estar asociadas con las pústulas?
Las patologías que se pueden asociar a las pústulas son las siguientes:
- Acné
- blefaritis
- Candidiasis
- Dermatofitosis
- Foliculitis
- herpes labial
- Impétigo
- Enfermedad de manos, pies y boca
- Enfermedad por arañazo de gato
- orzuelo
- Soriasis
- Rosácea
- Sarna
- Viruela
- Varicela
Tenga en cuenta que esta no es una lista exhaustiva y que siempre sería mejor consultar a su médico si los síntomas persisten.
¿Cuáles son los remedios para las pústulas?
Las pequeñas pústulas suelen desaparecer sin necesidad de un tratamiento específico. Es importante no aplastarlos y evitar el uso de productos grasos en el área problemática de la piel. En algunos casos pueden ser útiles los limpiadores y productos tópicos (cremas, lociones) , por ejemplo a base de ácido salicílico o azufre, que ayudan a acelerar la cicatrización. Sin embargo, algunos productos son bastante agresivos y pueden deshidratar y exfoliar la piel. Por eso, es mejor prestar atención a lo que aplicas en la piel, sobre todo si es sensible: el riesgo es empeorar la situación. En casos más graves, sin embargo, puede ser necesario recurrir a fármacos (cremas o incluso comprimidos) a base de
antibióticos o terapia con láser .
Con pústulas ¿cuándo contactar a su médico?
Ante la presencia de pústulas es bueno consultar al médico si se trata de un problema persistente o recurrente, si están asociadas a dolor o pérdida de líquido, y si han aparecido de forma repentina cubriendo zonas enteras del cuerpo, por ejemplo la cara.
Busque atención médica lo antes posible si las pústulas están asociadas con fiebre alta, calentamiento o hinchazón del área afectada, piel húmeda, dificultad para respirar, náuseas, vómitos o diarrea.