Los relajantes musculares son fármacos, como su nombre lo indica, capaces de relajar los músculos del cuerpo, tanto esqueléticos (músculos voluntarios, es decir, aquellos músculos del cuerpo humano cuya contracción está regulada por la actividad cerebral voluntaria) como lisos (es decir, músculos presentes en el cuerpo humano cuya la contracción está regulada por el sistema nervioso autónomo y por lo tanto no depende de la voluntad del sujeto).
Existen varios mecanismos de acción por los cuales estos fármacos inducen la relajación muscular:
- algunos relajantes musculares, conocidos como «relajantes musculares centrales», actúan principalmente a nivel del sistema nervioso central, inhibiendo la contracción muscular. Se utilizan como antiespasmódicos y bloqueadores neuromusculares en el contexto de la anestesia quirúrgica (baclofeno, carisoprodol, clorzoxazona, ciclobenzaprina, mefenesina, meprobamato, metocarbamol);
- el segundo grupo de relajantes musculares actúa a nivel del sistema nervioso periférico. Se conocen como «relajantes musculares competitivos» o «relajantes musculares no despolarizantes»: actúan interrumpiendo la transmisión neuromuscular, compitiendo con la actividad del neurotransmisor acetilcolina y reduciendo la respuesta de los receptores a la acetilcolina liberada tras un impulso nervioso. Este grupo incluye alcuronio, atracurio, galamina, metocurina, pancuronio, tubocurarina y vecuronio. Generalmente este tipo de relajante muscular tiene una acción bastante prolongada y se utiliza durante operaciones mayores;
- el tercer grupo de relajantes musculares también actúa sobre el sistema nervioso periférico. Se conocen como «relajantes musculares despolarizantes»: bloquean la transmisión neuromuscular al producir una despolarización parcial y sostenida de la placa terminal motora, lo que hace que los tejidos sean incapaces de responder al neurotransmisor. Por lo general, tienen una duración más corta en el tiempo que los relajantes musculares de la competencia y, por lo tanto, se utilizan en operaciones y manipulaciones menores. Este grupo incluye decametonio y succinilcolina.
¿Cómo tomar relajantes musculares?
Los fármacos relajantes musculares existen en el mercado en forma de comprimidos, cápsulas o suspensiones para tomar por vía oral, o en forma de soluciones para inyección que se pueden realizar por vía subcutánea, intramuscular o intravenosa.
Los relajantes musculares se deben utilizar siempre bajo prescripción médica y siguiendo estrictamente las instrucciones del médico en cuanto a la dosificación y la forma de tomarlos. El incumplimiento de estas prescripciones podría reducir la absorción del fármaco o hacer inútil el tratamiento.
Contraindicaciones de los relajantes musculares
Las contraindicaciones debidas a la toma de este tipo de fármacos varían según el fármaco ingerido y la posología. Los principales efectos secundarios son:
- hipotonía,
- astenia,
- mareo,
- trastornos del tracto gastrointestinal,
- trastornos del sueño.
La somnolencia es inducida en mayor medida por fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central. En general, sin embargo, estos fármacos suelen ser bien tolerados incluso para tratamientos prolongados.
No se recomienda el uso de relajantes musculares durante la lactancia, ya que el medicamento pasa a la leche materna. Con respecto al uso de relajantes musculares durante el embarazo, solo deben usarse si el beneficio potencial para la madre supera el riesgo potencial para el feto; Debe evitarse su uso durante los tres primeros meses de embarazo.
Los principales relajantes musculares son:
- alfusozina
- alprostadil
- atracurio
- ciclobenzaprina
- dantroleno
- darifenacina
- mivacurio
- homatropina
- Oxibutinina
- pancuronio
- pipecuronio
- Rapacuronio
- rocuronio
- silodosina
- succinilcolina
- tamsulosina
- tizanidina
- tropicamida
- tubocurarina
- vecuronio