La laringe es el órgano responsable de la fonación o emisión de sonidos. Forma parte del sistema respiratorio y conecta las vías respiratorias superiores (nariz, senos paranasales, faringe) y las vías respiratorias inferiores (tráquea, bronquios).
La laringe tiene una estructura cartilaginosa e idealmente se puede dividir en tres partes:
- laringe supraglótica : representa la porción superior y se ubica inmediatamente debajo de la base de la lengua, extendiéndose desde la epiglotis hasta las cuerdas vocales falsas;
- laringe glótica : representa la porción central e incluye las cuerdas vocales;
- laringe subglótica : representa la porción inferior que continúa con la tráquea.
¿Qué es el cáncer de laringe?
Los tumores malignos de laringe son los tumores más frecuentes de cabeza y cuello. En Italia hay unos 5.000 casos nuevos al año entre hombres y 500 entre mujeres. El grupo de edad más afectado es el de 50 a 70 años.
Las neoplasias de laringe se originan, en la mayoría de los casos, de la mucosa que recubre el interior del órgano: el más frecuente es el carcinoma epidermoide (95% de los casos). En un porcentaje menor de casos, el cáncer se origina en otros tejidos, como tejido muscular o conectivo (sarcomas), tejido linfático (linfomas) o glándulas (adenomas).
La supervivencia a los 5 años desde el diagnóstico es de alrededor del 60 %, oscilando entre el 90-95 % en pacientes con tumores en etapa temprana y el 19 % en pacientes con tumores metastásicos.
El principal factor de riesgo es el tabaquismo . El abuso del alcohol también juega un papel importante .
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de laringe?
Los signos y síntomas más frecuentes son:
- disfonía : es un descenso de la voz desmotivado y persistente (más de dos semanas) con variación del timbre vocal;
- disfagia : es la dificultad para tragar y, en ocasiones, puede estar asociada con dolor (odinofagia), que puede irradiarse al oído (otalgia refleja);
- disnea : es la dificultad para respirar, percibida como una sensación de constricción en la garganta;
- aparición de una tumefacción en la región lateral del cuello (adenopatía), que persiste durante semanas sin remisión.
Diagnóstico
Ante la presencia de síntomas sospechosos, se debe realizar un examen otorrinolaringológico . La prueba más útil para el diagnóstico de tumores de laringe es la laringoscopia , que permite evaluar la posible presencia de ulceraciones o masas laríngeas y evaluar la función laríngea (motilidad de las cuerdas vocales). Además de la laringoscopia, es posible utilizar NBI ( Narrow Band Imaging ), un sistema que enfatiza la vascularización de la mucosa, lo que permite identificar incluso los carcinomas más superficiales en función de su apariencia neoangiogénica. Si en la visita se encuentra una lesión a nivel de la laringe, se debe realizar una biopsiadel mismo mediante una microlaringoscopia de suspensión.
En el caso de que la inflamación de los ganglios linfáticos del cuello esté presente desde el inicio, se puede realizar una aspiración con aguja fina (PAAF) guiada por ultrasonido para definir su naturaleza benigna o maligna.
Finalmente, para evaluar la extensión de la patología, se podrá recurrir a pruebas de imagen como TAC , Resonancia Magnética Nuclear y/o PET .
Tratos
La elección del tipo de tratamiento depende del sitio y el estadio de la enfermedad, por un lado, y del estado general de salud y la esperanza de vida del paciente, por otro. En estadios precoces de la enfermedad, la cirugía transoral con láser de CO2 o la radioterapia exclusiva pueden garantizar los mismos resultados en cuanto a cicatrización y control local. Para algunos tumores seleccionados más avanzados es posible realizar una laringectomía parcial abierta , lo que garantiza un buen control oncológico y preservación de la voz sin necesidad de un traqueostoma permanente. Sin embargo, en el caso de tumores en etapa avanzada, el tratamiento está representado porquimiorradioterapia o laringectomía total , es decir, la extirpación en bloque de la laringe, generalmente asociada a la extirpación mono o bilateral de los ganglios linfáticos del cuello ( vaciado laterocervical ). La laringectomía total implica la pérdida de la continuidad normal de las vías respiratorias, por lo que se requiere una traqueotomía permanente para asegurar la respiración del paciente. En el caso de enfermedad en estadio avanzado, el tratamiento quirúrgico puede ir seguido de radioterapia posoperatoria, posiblemente asociada a quimioterapia.
Según el tipo de operación realizada, será posible recuperar parcial o totalmente las funciones que realiza la laringe (respiración, deglución y voz). Si es necesario extirpar la laringe, será posible volver a hablar con una nueva voz llamada voz esofágica (o erigmofónica).
Hacer un seguimiento
La frecuencia y el tipo de investigaciones a realizar durante el seguimiento dependen del riesgo de recurrencia, calculado para el paciente individual sobre la base de la etapa inicial de la enfermedad y los factores de riesgo individuales, así como del tipo de tratamiento realizado. La visita clínica de seguimiento incluye un examen físico completo del área de la cabeza y el cuello y laringoscopia integrada con examen NBI. Además del examen otorrinolaringológico, se utilizarán investigaciones como la ecografía para evaluar las estaciones ganglionares en el cuello y la TC o resonancia magnética con medio de contraste para evaluar las recurrencias locales de la enfermedad.