Las várices orbitarias son la anomalía más común de los vasos sanguíneos en la cuenca del ojo . En la mayoría de los casos afectan a la mitad de la cara y se localizan en el cuadrante supranasal del ojo.
¿Qué son las varices orbitales?
La enfermedad se caracteriza por la dilatación de uno o más vasos venosos (» caput medusae «).
Si se localiza en los párpados o debajo de la conjuntiva, la dilatación puede ser visible. A menudo, el problema puede extenderse a la órbita.
Las posibles complicaciones incluyen sangrado y trombosis.
¿Cuáles son las causas de las várices orbitarias?
Las várices pueden formarse debido a una debilidad congénita de la pared del vaso o debido a factores como la compresión de un tumor, un aneurisma arterial, una malformación arteriovenosa, un trauma o una infección que involucre la pared de la vena. Otra posible causa, presente sola o simultáneamente con la debilidad de la pared del vaso, puede ser la obstrucción de una vena .
¿Cuáles son los síntomas de las várices orbitarias?
El primer síntoma de una várice orbitaria es una protrusión del globo ocular intermitente, no pulsátil y no pulsátil. De hecho, dado que las venas de la órbita no tienen válvulas, la protuberancia es reversible. Está provocada o agravada por el aumento de la presión venosa, asociada, por ejemplo, a una tos, un esfuerzo o una espiración forzada con glotis cerrada (la denominada maniobra de Valsava).
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico y para realizarlo es imprescindible la maniobra de Valsalva (espiración forzada con glotis cerrada).
Las pruebas que se pueden prescribir son:
- Prueba de campo visual
- Visita ortóptica
- Resonancia magnética nuclear de las órbitas para estudiar la extensión de la lesión en su interior
- Consulta multidisciplinar
Tratos
La terapia es quirúrgica , prevé la «oclusión» de las várices y está indicada en casos de trombosis recurrente, dolor, protrusión ocular severa y compresión del nervio óptico.
La cirugía es compleja y, a menudo, se realiza de forma incompleta porque estas lesiones son frágiles y sangran con facilidad.
Prevención
Desafortunadamente, no hay medidas preventivas.